Coworking: Vida flexible, trabajo en Comunidad
Coworking: Vida flexible, trabajo en Comunidad
El mundo del trabajo se ha despojado prácticamente de todas las leyes universales que lo han regido en el siglo veinte.
Las tradicionales y dinámicas laborales estáticas en oficinas que funcionaban en horarios de 8 a 17 hs se cambiaron por un espacio ininterrumpido y globalizado que opera los 7 dias durante 24hs.
A esto se le suma el gran desarrollo de actividades liberales, autónomas de núcleos pequeños, equipos free lance o tele-trabajadores que requieren de un espacio de trabajo calificado y confortable con atributos de mayor elaboración que el clásico “bar con conexión wifi”.
Surge entonces un nuevo espacio que ofrece una solución para el problema de aislamiento que supone para muchos trabajadores independientes, o incluso pymes, la experiencia del trabajo en casa o pequeños espacios difíciles de sustentar en el tiempo.
El coworking o trabajo cooperativo, es una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores, y microempresas de diferentes sectores, compartir un mismo espacio de trabajo, tanto físico como virtual, y desarrollar sus proyectos profesionales de manera independiente y a la vez que fomentar proyectos conjuntos.
Los usuarios
El trabajo cooperativo fomenta las relaciones estables entre profesionales de diferentes sectores que pueden desembocar en relaciones cliente-proveedor. En todo caso es frecuente que se genere un sentimiento de pertenencia a una comunidad, más allá de las vinculaciones efectivas entre los trabajadores que frecuentan los espacios de coworking.
Los centros de coworking están orientados principalmente a diseñadores, programadores, profesionales de Internet, arquitectos, ingenieros, fotógrafos, escritores, periodistas, etc., proporcionan, generalmente, una recepción, un escritorio individual, acceso a internet y otros servicios anexos como salas de reuniones, servicios multimedia, salas de capacitación, comedor y coffee break.
Esta solución no es solo utilizada por trabajadores locales sino también por nómadas digitales, profesionales que viajan por todo el mundo y llevan consigo sólo computadoras portátiles en apoyo de su labor cotidiana. Existen así, decenas de espacios ubicados en países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, España, Alemania, Australia, Argentina, México, entre otros.
El concepto
El desarrollo de esta solución es exitosa dado el carácter flexible y práctico de este tipo de espacios, que permite a muchos profesionales establecer un lugar permanente de trabajo, sin ataduras asociadas a contratos por servicios y suministros, dónde la permanencia mínima puede cambiarse con facilidad.
Este concepto de permanencia, flexible pero con denotada presencia, depende mucho de su localización, la cual juega un papel muy importante aunque no definitivo para la elección del espacio más conveniente. Los usuarios valorizan mucho la cercanía, el ahorro de tiempo de transporte y la eficiencia de costos asociados.
Su diseño
Los espacios de coworking principalmente son ambientes flexibles que evocan a los sentidos tanto en sus espacios privados como los comunitarios. Apelar a elementos visuales y sensoriales, al olor del café al entrar, el sabor de la cerveza artesanal en el bar, el aspecto de los muebles, y la acústica confortable brinda la calidad a sus espacios abiertos y oficinas privadas y los vuelve motivadores y atractivos.
Poseen amplias áreas que favorecen la interacción de sus usuarios y a su vez resuelven una amplia gama de necesidades individuales.
Su carácter es lo suficientemente homogéneo como para crear un ambiente de pertenencia a una comunidad pero permitiendo la neutralidad necesaria para alojar a varias marcas de diversos rubros.
Son espacios donde el espíritu de colaboración se percibe desde el momento en el que se atraviesa la puerta.
Son espacios que contienen y transmiten el espíritu de comunidad sin importar el tamaño de cada empresa fomentando el delicado equilibrio entre productividad y socialización.
